Descalificados

Quisiera haber puesto otro nombre a este post pero, sin duda, fue el mejor (gracias a mi pastora Janice Yu, quien ha estado hablando sobre estos temas constantemente).

Descalificados, así es como de pronto nos sentimos muchos cristianos —y muchas personas, en realidad — . Sin embargo, quiero hacer hincapié de que se trata de un sentimiento personal; tan íntimo que decidimos no compartirlo con nadie, y entonces, le damos paso a la frustración, al estancamiento.

Platicando con uno de mis amigos — alguien a quien estoy viendo convertirse en todo un General, por cierto — charlábamos sobre la frustración que muchos sentimos al oír los enormes sueños que muchos creyentes tienen un su corazón para impactar el mundo. Y aunque son graaaaandes sueños, estos no pasan a la acción. Dice el dicho, y dice bien “mucho ruido y pocas nueces”.

También lee: Que tu fe mueva la montaña

Sabes, no quiero decir que soñar está mal, ¡todo lo contrario! Tampoco me atrevería a decir que esperar a su cumplimiento está mal — cada quien conoce sus tiempos—; pero por qué no provocar que las cosas sucedan. He aprendido que cuando somos intencionales, cuando llamamos a las cosas que no son como si fueran (Ro 4:17), pero especialmente cuando tomamos el riesgo, las cosas suceden… o al menos aceleramos el proceso.

Sin embargo, más allá de una declaración, esto es todavía más profundo. Insistiré, se trata de algo más íntimo y personal. Se trata de cómo te sientes y de qué tan capacitado crees estar para lograr ese sueño.

Vivimos en una sociedad que te obliga, por ejemplo, a estudiar una carrera universitaria que te deje dinero antes que hacer algo que te apasiona. Y aunque es un meme, sí me cuestiono sobre cuántos artistas — por dar un ejemplo — están “muertos” porque la sociedad les dijo esto, porque fueron descalificados de tal forma que sintieron que nada de lo que harían tendría un eco en el mundo… y hasta ahí llegó su sueño.

El significado de descalificar es quitar o disminuir el crédito, prestigio o fama de una persona como consecuencia de una actuación indebida. ¿Te hace sentido?, también encontré que esta palabra también puede significar desconceptuar, desacreditar, deshonrar.

Mira: Cree… en los otros

Dar pie a este sentimiento es reconocer que no eres capaz — o no estás capacitado — para emprender el camino que te llevará al cumplimiento de tus sueños. Es reconocer y darle pie al temor de arruinarlo todo. Es desacreditar a quien puso en tu corazón esos sueños que pueden transformar el mundo. Es como si dijeras que aunque tienes un Dios que TODO lo puede, de alguna manera no puede ayudarte a cumplir lo que Él mismo implantó en tu corazón.

Recuerdan lo que le dice Jesús a las autoridades de Jerusalén cuando le piden que controle a sus discípulos (Lucas 19) quienes, siendo partícipes del sueño del Maestro y siendo capacitados para cumplir los propios y venideros, celebraban la entrada triunfal del Rey a la ciudad. Ante el reclamo, el Maestro les contesta “les digo que si éstos se callan, las piedras clamarán”.

Creo que hoy, ante el silencio de los alegres apóstoles, nosotros somos esas piedras que claman. Y te explico.

En 1 Pedro 2:4, el apóstol Pedro le dice a los lectores-escuchas “ustedes son piedras vivas que Dios está usando para construir un templo espiritual”. Una edificación no se hace con una sola piedra, ¡se hace con muchas!, es muy probable que no seas la única persona que tiene el mismo sueño loco que tú tienes. La importancia de crear y vivir en una comunidad es que puedes compartir lo que hay en tu corazón y crear alianzas con otros que apuesten por ti o sientan lo mismo… ¡Y CONSTRUIR!

No te descalifiques. En este mundo hay cientos de personas que piensan como tú y sueñan lo mismo que tú. Hay sueños grandes y pequeños, pero el llamado es el mismo. NO desvalorices lo que hay en tu corazón por muy loco que sea, quien lo puso ahí es mucho más grande de lo que crees y es quien pone el querer como el hacer (Filipenses 2:13).

Haz lo que creas que debes de hacer, suma esfuerzos con otro y hazlo.

NOTA: claro que llegará gente que te va a tratar de desanimar (¬_¬’). Gente que intentará, de todas las formas posibles, humillarte y hacerte quedar mal. Por favor, no te detengas. Aunque la envidia es real, cuando le damos espacio en nuestro corazón admitimos la visión que los otros tienen sobre nosotros es verdad y nos ponemos de acuerdo con esa mentira. Y pues no. Tú, mejor que nadie, sabes quién eres, de dónde vienes y a dónde vas.

Podrán ser tus padres, tus pastores o maestros de escuela, pero si oyes la voz de tu Padre Celestial, mantente seguro en que Él respaldará cada paso. Y si dudas, vuelve a tu lugar secreto a preguntar. Perdón si insisto, ¡no te descalifiques!

Todo, absolutamente todo lo podemos en Cristo, pues Él nuestra fortaleza.

Un comentario en “Descalificados

Deja un comentario